Muchos amigos y conocidos al encender su flamante W8 descubren una interfaz, que si bien es amigable para los que se inician con Windows, a los que ya conocen anteriores sistemas operativos del valle del silicio les resulta tedioso y difícil de manejar.
Lo primero que haremos es descargar la aplicación. En la página de descarga, veréis varios botones con la leyenda “Download”, el correcto es el que tiene color gris. Pulsando sobre éste, se abrirá el dialogo pertinente para grabar un fichero, SkipMetroSuite.zip, en nuestra instalación. Dentro del “ZIP” hay dos ejecutables, que corresponden a las versiones de 32 y 64 bits del programa. El tamaño de descarga es 240 KB. Obviamente deberás instalar el que sea compatible con tu Windows.
Una vez descomprimido es conveniente colocar el ejecutable que
vayamos a utilizar en un lugar con fácil acceso o crear un acceso
directo. Skip Metro Suite no requiere instalación y cualquier
modificación que realicemos con ella implica necesariamente lanzar el
ejecutable. Los cambios no estarán operativos hasta que reiniciemos la sesión.
Al lanzar el ejecutable se nos mostrará una ventana que contiene todas las funciones de Skip Metro Suite, que pueden habilitarse o inhabilitarse mediante controles tipo checkbox.
El primer control, situado en la esquina superior izquierda de la ventana es “Enable Skip Metro Suite“. Si se marca, las demás funciones estarán disponibles. Es de especial utilidad para inhabilitar con una sola acción cualquier configuración establecida.
Separado en un recuadro independiente, hallaremos el control Skip Start Screen, que permite acceder de forma directa al escritorio clásico de Windows 8,
saltando la pantalla de inicio. Con la función activada arrancaremos
Windows 8 como si fuera Windows 7, salvando las distancias que separan a
las dos versiones de Windows.
La siguiente zona de la ventana, denominada “Hot Corners“, aglutina el resto de funciones de Skip Metro Suite. La ubicación de cada una está íntimamente relacionada con en elemento de la interfaz Modern UI que activa o desactiva.
Así, encontraremos en la parte superior izquierda del recuadro el control “Apps Switcher“, que actúa sobre el cambio de aplicaciones. En el centro de la parte superior, activaremos o desactivaremos la función de arrastrar (hacia abajo) una aplicación para cerrarla.
En el lado derecho, tanto en la zona superior como en la inferior, habilitaremos o inhabilitaremos la Charms Bar, cada una actúa sobre el tirador correspondiente (arriba/abajo) de la barra oculta lateral derecha.
En la esquina inferior izquierda tenemos el control que actúa sobre el tirador que permite el acceso a la pantalla de inicio de Windows 8. Finalmente, tenemos dos botones. Uno para salvar la configuración que, recuerdo, no estará disponible hasta reiniciar la sesión, y el otro para salir de la aplicación sin guardar los cambios.
CONSEJO:
No es conveniente inhabilitar los dos tiradores de la Charms Bar
de forma simultánea, ya que perderemos el acceso a funciones
importantes del sistema y, sobre todo, la posibilidad de apagar el
equipo con comodidad, teniendo que recurrir a la socorrida combinación
de teclas [CTRL]+[ALT]+[SUP], o cualquier otro método.
Pensad también que si anulamos simultáneamente los dos tiradores de la Charms Bar y el correspondiente a la pantalla de inicio, no se podrá acceder esta última salvo con tecla “Windows”.
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